Recientemente el profesor Yuval Noah Harari publicó el libro 21 lecciones para el siglo XXI, un provocador ensayo en el que examina algunas de las cuestiones más urgentes e importantes de nuestro tiempo. En un mundo en el que abunda la confusión, este libro aporta claridad.
En el siglo XX el principal problema era la falta de información, hoy día los problemas sustanciales son dos: primero, saber qué información es correcta; y, segundo, necesitamos aprender a darle sentido a la información.
Cito a continuación algunas líneas del Sr. Yuval: “… el mejor consejo que puedo darle a un chico o una chica de quince años atascado en una escuela anticuada en algún lugar de México, la India o Alabama es: no confíes demasiado en los adultos. La mayoría tiene buenas intenciones, pero no acaban de entender el mundo. Debido a la velocidad creciente del cambio, nunca puedes estar seguro de si lo que te dicen es sabiduría intemporal o prejuicio anticuado.”
Ante eso surge entonces la pregunta: ¿En quién pueden confiar los jóvenes? Si no pueden confiar del todo en sus padres y en sus abuelos, ¿será que pueden confiar en los gobiernos? Los gobiernos, plagados de in-eficiencia y corrupción, han demostrado absoluta incapacidad en todo.
¿Entonces deben confiar en la tecnología? La tecnología ha demostrado que no es mala y que, por el contrario, es de gran ayuda. Pero ha demostrado también que si te encuentra mal parado puede terminar dirigiendo tu vida. Puedes convertirte en su rehén.
¿Puedes confiar en ti? Esa pregunta parece razonable, sin embargo es engañosa. Por eso hay que prestarle atención a este punto: Nuestras creencias, nuestros paradigmas, nuestra ideología misma, son producto del interés y motivación de sectores políticos, religiosos y económicos, que en muchos casos ya no existen. Por eso la voz QUE ACTUALMENTE escuchamos en nuestra cabeza, es decir nuestra voz, no es del todo digna de confianza. No lo es porque refleja el contrabando ideológico que desde el Estado se nos inculcó. A través de las radios, los periódicos y la televisión se nos sometió, a nosotros y a las generaciones pasadas, a un lavado de cerebro que, en la práctica, nos instauró el miedo, la escasez y la seguridad como ejes fundamentales de la vida. A decir verdad, no podemos confiar en nuestra actual voz porque no hemos sido educados, sino PROGRAMADOS PARA OBEDECER. Sino observe cómo se nos crió: se nos dijo “cállate”, “obedece”, “eres malcriado” “no sirves para nada”, “eres mala suerte”, “no hables con extraños.” “flojo.” A la gran mayoría se le enseñó a obedecer y se le hizo creer que la gran aspiración de la vida consiste en tener un trabajo y un pan en la mesa. Es sencillo: una mente que fue programada para obedecer no es confiable. Por eso no puedes confiar en esa voz… y aquí es donde viene uno de los grandes dilemas de nuestro tiempo: el hakeo de los humanos.
Con el avance de la biotecnología y concretamente de la inteligencia artificial (IA) es más fácil manipular nuestras emociones y, por consiguiente, nuestras decisiones. Actualmente los gigantes comerciales como Amazon, Coca Cola, Facebook y Google, están en carrera para conocernos mejor de lo que nosotros mismos podemos conocernos. A través de los aparatos y las plataformas que usamos diariamente, estos gigantes están aprendiendo a decidir por nosotros. Por eso el autor del libro pregunta: ¿Podrás apreciar la diferencia entre tu yo y los expertos de marketing de esas empresas? Ellos, las grandes corporaciones, están intentando confundirnos: tú no vas a tomar decisiones, ellos van a tomar decisiones a través tuyo.
Un amigo dijo que esto es imposible: ¿Cómo Google va a saber más de mi vida que yo mismo? Naturalmente, nuestro amigo ignora que los algoritmos lo observan, lo analizan, lo estudian, lo promedian y, finalmente, lo dirigen. En este punto el pueblo es todavía ignorante: en la calle hablan de robos, de asaltos, de corrupción. Los vecinos más comunes usan facebook para compartir memes, o pasan buenos ratos en YouTube viendo los programas que no pudieron ver en sus televisores. Eso parece inofensivo, pero no se dan cuenta que le están dando poder a los algoritmos. ¿Se ha dado cuenta que a veces busca algo en google y al poco rato en su facebook ve publicidad de eso que buscó en google? Hace años facebook, invitándote a publicar algo, te preguntaba: ¿Qué ocurre? Hoy te pregunta: ¿Qué estás pensando? Y, además, hoy día facebook puede predecir tu estado de ánimo. Porque esto es lo que debemos entender: Vivimos en la época de hackear humanos.
Por eso el mejor consejo para un joven que esté en Perú, en México o cualquier otra parte del mundo, sea de la condición que sea, es: conoce cómo funciona tu mente. Conoce tu sistema operativo. Suena a consejo antiguo y demasiado básico: CONÓCETE A TI MISMO. A la pregunta: ¿en quién puedes confiar? En ti, siempre y cuando conozcas tu sistema operativo. Cabe una pregunta final: ¿Quién es, hoy por hoy, nuestra mayor competencia? Los gigantes de la tecnología. Quieren quitarnos algo que en apariencia nos pertenece: la mente.
0 comentarios :
Publicar un comentario