Voy por la avenida Arequipa conversando con un taxista cuando de pronto, al pasar por el restaurante siete sopas, observamos que hay personas haciendo cola, esperando una mesa.
Mire - me dice mientras esperamos el cambio de luz en el semáforo - eso es negocio. La comida. Todita esa gente esperando para entrar a comer. Y eso que ese restaurante atiende las 24 horas. Todo el día. Y son sopas, es agua. Ahí está la plata.
¿Le gusta la cocina? - le pregunto.
Claro, soy cocinero nato.
Y por qué no abre un negocio así?
¿De dónde si no hay plata? - me responde resignado.
¿No tiene plata? - Le vuelvo a preguntar
Si tuviese plata ahorita estuviese en mi casa echado, viendo televisión. ¿Crees que voy a estar haciendo taxi?
Entonces usted no pone un negocio de comida – le digo – porque no tiene plata.
Es que es así amigo, me contesta, lamentablemente es así. Si no tienes plata no haces nada…
Ese pensamiento es producto del típico razonamiento promedio:
"Como no tengo dinero, tengo que conformarme con lo que hago." "Como no tengo capital, no puedo empezar nada."
Además, se tiende a creer que "si tuviésemos dinero ya no tendríamos que trabajar."
Y ese es un tema de mentalidad. En el libro La Ciencia de Hacerse Rico se lee que la riqueza pertenece a las personas de acción. Quiero que piense en la siguiente diferencia:
> Una persona con mentalidad de pobreza quiere dinero para dejar de trabajar.
> Una persona con mentalidad de riqueza quiere dinero para seguir creando.
Luis Banchero Rossi fue un millonario peruano que empezó abajo, vendiendo jabones. Él dijo: “En realidad no me preocupa perder o hacer dinero, lo que no quiero es perder mi capacidad de construir. Eso es lo que me gusta: Construir...”
Esa es la verdad… la gente floja quiere dinero para dejar de trabajar, la gente que en verdad es exitosa quiere dinero para seguir construyendo.
Conocí a un señor que anda en 68 años y tiene una inmensa granja de pollos y otras aves. Ese señor podría irse a cualquier playa del mundo y vivir los pocos o muchos años que le quedan, sin hacer absolutamente nada. Podría vivir de sus regalías porque, en opinión de muchos, “ya trabajó demasiado.” Pero a pesar de que sus hijos y nietos, incluso hasta su propia esposa, le piden que ya no vaya al negocio y que mejor “descanse”, el señor sigue yendo, sigue en actividad. Él dice que no puede estar más de tres días sin hacer nada. “Si no hago nada me enfermo…yo tengo que estar pensando en hacer algo.” Como los hijos ya se hicieron cargo de la granja, ahora él anda desarrollando la idea de hacer abono con el excremento de los animales. Ya no tiene necesidad, pero lo hace. Quiere pasar de vender carnes y huevos, a vender fertilizantes. “Nada se desperdicia”, dice el señor. Ese señor es de las personas que crea y crea… su mente no piensa en dinero, piensa en AVANZAR, EN CREAR.
Crear y trabajar son carriles completamente distintos.
Por eso la perspectiva sobre el dinero es lo que marca la diferencia. Hay una señora, ya anciana y con mucha experiencia en los negocios, que solía decir que "el dinero tiene dueño." Ella una vez me dijo que mientras empezaba su negocio bromeaba diciendo "ya tengo un dinero circulando por allí, que llegue a mis manos es cuestión de días."
El dinero puede estar en tus manos y aun así puede que sus verdaderos dueños sean otros. O puedes verlo al revés: quizá ahora no tienes un céntimo en tus bolsillos, pero te das cuenta, como la señora, que tu dinero ya está por allí, circulando y que tarde o temprano, va a llegar a ti, como un obrero que vuelve a su fábrica, a producir.
Los dueños del dinero son los que lo CREAN y CREAN.
Si te falta dinero, puedes conseguirlo.
Si te falta un plan, puedes elaborar el plan.
Si te faltan socios, puedes conseguirlos.
Si te va mal en el negocio, puedes cambiar de negocio.
Si las ventas están bajas, puedes levantar las ventas.
El dinero nunca es el problema…tu forma de pensar es el problema.
A veces cuando alguien tiene éxito las personas dicen: "es que tiene contactos", "es que a los extranjeros les va bien", "es que tienen plata."
Y no miran que al señor o a la señora les va bien porque quizá antes han tenido que madrugar. Tienen lo que tienen porque se privaron de viajes, de ropas nuevas y comidas caras. No es suerte, es esfuerzo. Lo que mueve a una persona con mentalidad de riqueza no es el dinero, son los planes, la actitud, la iniciativa. Porque para hacer dinero no se necesita dinero, lo que se necesita es DECISIÓN.
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